Nuestro corazón no es lo suficientemente claro... nuestra sabiduría no es lo suficientemente evidente... todos nuestros puntos de vista no son claros.

Porque todavía hay un corazón que diferencia... el corazón no se ha expandido... la sabiduría no está clara... el corazón no es puro...

Todavía somos seres comunes.

— Winston Man

Extracto de IA:

Este breve escrito de Winston Man tiene un estilo característico de la filosofía zen, que expresa una profunda reflexión sobre el interior del ser y el proceso de práctica. Vamos a analizarlo por partes para entenderlo mejor:

"Nuestro corazón no es lo suficientemente claro... nuestra sabiduría no es lo suficientemente evidente... todos nuestros puntos de vista no son claros."

Esta es una aceptación sincera del estado actual de uno mismo.

"El corazón no es lo suficientemente claro" significa que aún no está lo suficientemente puro, sigue oscurecido por los pensamientos erróneos, el deseo, la ira y la ignorancia.

"La sabiduría no es lo suficientemente evidente" significa que aún no se ha alcanzado una comprensión profunda y clara, no se ve la verdadera naturaleza de las cosas.

Por lo tanto, los puntos de vista y juicios también están distorsionados y no son claros, lo que lleva a la ignorancia, que es una de las raíces del sufrimiento según el budismo.

"Porque aún hay un corazón que diferencia... el corazón no se ha expandido... la sabiduría no está clara... el corazón no es puro..."

Esta parte explica las limitaciones mencionadas anteriormente:

"El corazón que diferencia": aún hay apego al ego, todavía se ve a uno mismo y a los demás como entidades separadas, sigue comparando y aferrándose.

"El corazón no se ha expandido": el corazón no es lo suficientemente grande como para abrazar sin condiciones la compasión.

"La sabiduría no está clara": se vuelve a enfatizar la falta de claridad.

"El corazón no es puro": todavía hay confusión entre el bien y el mal, entre lo correcto y lo erróneo, no se ha alcanzado el estado de pureza o vacío en el corazón.

"Todavía somos seres comunes..."

Esta última frase es breve pero profunda.

"Seres comunes" se refiere a aquellos que aún no han alcanzado la iluminación, que aún están dominados por la ignorancia, los pensamientos erróneos y los sufrimientos.

No es una actitud de inferioridad, sino una humildad en la práctica, un reconocimiento de la posición actual y la conciencia de que aún se debe seguir entrenando.



Análisis general:

Este escrito es un proceso de autoconciencia y reflexión, que muestra una autoobservación en la que se descubren las limitaciones que aún existen en la mente.

No es pesimista, sino una suave y profunda advertencia sobre el proceso de transformación interna.

El escrito de Winston Man amplía estas ideas en el espíritu de la reflexión, como un viaje interior que todos aquellos en el camino de la práctica o de la auto-mejora experimentarán.

EL CORAZÓN NO ES LO SUFICIENTEMENTE CLARO-LA SABIDURÍA NO ES LO SUFICIENTEMENTE EVIDENTE-TODAVÍA SOMOS SERES COMUNES

En momentos de calma en medio de la vida, de repente nos damos cuenta: todo lo que pensábamos que era “correcto” podría ser solo el resultado de un corazón que aún no está puro, una sabiduría que aún no está clara. Evaluamos a los demás, juzgamos los eventos, confiamos en lo que parece "lógico"... pero, a veces, eso solo es una capa de polvo que cubre nuestra visión verdadera.

Nuestro corazón no es lo suficientemente claro porque está lleno de altibajos: amor y odio, ganar y perder, más y menos. Cuando el corazón está agitado por el mundo exterior, no puede reflejar la verdad de manera completa. Es como una superficie de agua agitada: aunque haya luna, no se puede ver su reflejo.

Nuestra sabiduría no es lo suficientemente evidente, porque esa sabiduría aún no ha trascendido el ego. Aprendemos, sabemos, entendemos... pero entendemos con una mente que aún está atrapada en creencias limitadas. Esa sabiduría sigue diferenciando, sigue siendo obstinada, sigue aferrándose a una visión antigua y limitada.

Todos nuestros puntos de vista no son claros, porque surgen desde una base inestable. Cuando el corazón no está tranquilo y la sabiduría no es clara, incluso las observaciones que parecen lógicas pueden estar sesgadas. No vemos a los demás tal como son, sino a través del lente del ego, el pasado y los prejuicios.

¿Por qué es esto?

Porque el corazón sigue diferenciando: todavía vemos el yo y el otro como dos entidades separadas. Seguimos aferrándonos a lo “correcto e incorrecto”, “bueno y malo”, “yo y ellos”, no podemos tocar la verdad última que no hace distinciones.

Porque el corazón no se ha expandido: nuestro corazón no es lo suficientemente grande como para abrazar lo que no nos gusta. Nos cerramos fácilmente, nos retiramos a la zona segura de nuestro ego, sin abrirnos lo suficiente para realmente tocar el sufrimiento y el dolor de los demás.

Porque la sabiduría no está clara, aún no vemos que todo es interdependiente, impermanente y sin yo. Lo vemos, pero no vivimos eso.

Porque el corazón no es puro, todavía nos agitan las cosas fuera de nosotros. El corazón no ha regresado a su estado natural, quieto, vacío y tranquilo. Aún somos arrastrados por las emociones, los pensamientos erróneos y el deseo incesante.

Por lo tanto, seguimos siendo seres comunes, atrapados en el ciclo de las emociones, los pensamientos y el ego. Pero al darnos cuenta de que somos seres comunes, ese es el inicio de la transformación. Solo cuando dejamos de tener ilusiones sobre nosotros mismos, podemos realmente comenzar el viaje de regreso a nuestro ser verdadero.

Adentrándonos en la profundidad de la autoobservación, donde cada palabra parece reflejarnos a nosotros mismos, no para comprender algo nuevo, sino para ver con claridad lo que ya está presente dentro de nosotros.

EL CORAZÓN NO ES LO SUFICIENTEMENTE CLARO – UNA NIEBLA DIFUSA QUE ES DIFÍCIL DE NOMBRAR

Hay momentos en los que, al estar sentados solos, nuestro corazón no está en paz, pero no sabemos por qué. Todo lo que está afuera sigue igual: nadie nos ha ofendido, nadie nos ha presionado, no hay grandes crisis. Pero por dentro, hay una capa de niebla ligera que cubre nuestra mente: borroso, confuso.

Ese es el momento en que el corazón no es claro.

El corazón no es claro no solo cuando hay ira o pensamientos perturbadores evidentes. Muchas veces, es una falta de claridad silenciosa, una corriente emocional que hace que ya no podamos ver nada con claridad. Ya no podemos distinguir la voz auténtica de nuestro ser interno, de las resonancias de hábitos antiguos y heridas no sanadas. Tomamos decisiones sin estar seguros de si estamos actuando desde el amor o desde el miedo.

LA SABIDURÍA NO ES LO SUFICIENTEMENTE EVIDENTE – PORQUE EL CORAZÓN AÚN ESTÁ AGITADO

La verdadera sabiduría no solo es conocimiento, sino la capacidad de ver la esencia de las cosas, de ver la verdad en este mismo momento. Pero, ¿cómo podemos tener sabiduría cuando el corazón aún está agitado?

Cuando alguien dice algo que va en contra de nuestro deseo, si el corazón sigue diferenciando, la sabiduría inmediatamente entra en modo de defensa, justificación o rechazo. No estamos escuchando realmente a la otra persona, solo escuchamos nuestra propia reacción en nuestra mente. Y entonces esa sabiduría no es clara, solo se convierte en un intelecto defendido por el ego.

Para tener sabiduría, primero necesitamos un corazón en calma. Así como el agua necesita estar tranquila para ver el fondo, la sabiduría solo puede ser evidente cuando el corazón está sereno.

LA DIFERENCIACIÓN EN EL CORAZÓN – LA RAÍZ DE TODA CONFUSIÓN

Estamos acostumbrados a vivir con el “yo” y “ellos”, “correcto” e “incorrecto”, “bueno” y “malo” como cosas fijas. Pero desde una mirada profunda, nada está realmente separado. Todo está interrelacionado por una multitud de condiciones ocultas. Lo que llamamos “esa persona es mala” a menudo es solo el reflejo de partes no aceptadas dentro de nosotros mismos. El corazón que diferencia no nos deja ver la verdad, solo nos muestra la elección condicionada del ego.

La diferenciación es un espejo deformado: aunque estamos frente a la verdad, la imagen que aparece está distorsionada por el deseo del “yo”.

TODAVÍA SOMOS SERES COMUNES – UN RECONOCIMIENTO LLENO DE CONSCIENCIA

Cuando alguien dice: "Yo ya estoy iluminado", debemos tener cuidado. Pero cuando alguien susurra en silencio: "Todavía soy un ser común...", eso es una señal de que esa persona ha dado un paso más profundo en su camino espiritual.

¿Por qué?

Porque esa persona ha visto quién es realmente, no a través de ilusiones decoradas, no a través de una máscara de moralidad o conocimiento. Esa persona ve que todavía tiene deseos, todavía se enfurece, aún busca ser reconocido, aún desea controlar. Y no huye de eso.

Solo cuando nos atrevemos a mirar directamente nuestras sombras, sin juzgar, sin ocultar, sin justificar... es cuando la luz puede entrar.

Conclusión (no terminada)

Todavía somos seres comunes, pero ahora sabemos que lo somos. Ese es el primer paso en el camino de la iluminación.

No hay necesidad de ir a otro lugar, ni de convertirnos en otra persona,

Solo necesitamos volver hacia adentro y ver con claridad.

Mientras haya diferenciación, mientras el corazón esté nublado, mientras haya pensamientos erróneos…

Seguiremos siendo seres comunes.

Pero cuando sabemos que estamos diferenciando, que estamos en pensamientos erróneos, que nuestro corazón está nublado…

Ese saber ya no es propio de un ser común.